25 años optimizando el tiempo: entrevista con Dallmaco, el cliente de TIMOCOM más antiguo
En el 25 aniversario de TIMOCOM entrevistamos a la empresa alemana Dallmaco, nuestro primer cliente
En 2022, TIMOCOM celebra su aniversario. Desde hace 25 años, asistimos al sector logístico, con ayuda del Smart Logistics System, en su camino hacia la logística 4.0. Desde nuestros inicios nos ha acompañado Dallmaco Speditionsges. mbH. La empresa de Welle en Hamburgo tenía cinco años de historia cuando en 1997 dio sus primeros pasos hacia la logística digital con la recién estrenada bolsa de cargas. Con su gerente Wilhelm Dallmann, retrocedemos en nuestra historia compartida, echamos un vistazo a los retos de entonces y conocemos las ventajas que el sistema ofrece a Dallmaco hasta hoy día.
Sr. Dallmann, en primer lugar, muchas gracias por vernos hoy.
Estoy encantado de verles. La propuesta me ha encantado. Al fin y al cabo, estuvimos presentes, por así decirlo, en el bautizo de TIMOCOM.
Trabajamos juntos desde hace 25 años. ¿Qué es lo primero que se le pasa por la cabeza al pensar en TIMOCOM y esta relación tan larga?
Muchos recuerdos personales bonitos que arrancan con Jens Thiermann y la colaboración de antaño, es decir, antes de la época de TIMOCOM.
En lo comercial y con respecto a TIMOCOM, puedo decir que Dallmaco tenía entonces cinco años y, al igual que aún hoy, éramos curiosos y estábamos abiertos a todo. Entonces llegó TIMOCOM con esta tentadora oferta de digitalizar los contactos y los transportes. Algunos de estos contactos ya los conocía, por lo que ya había una base de confianza que perdura hasta hoy.
¿Podría describir el trabajo con aquella bolsa de cargas aún verde y exclusiva entonces?
Antes Internet funcionaba a través del módem. Recuerdo el ruido que hacía y lo que tardaba. Instalamos la bolsa de cargas en un ordenador central y, cada mañana, había nervios por ver las nuevas ofertas que podían haber entrado mediante transferencia de datos en la bolsa.
En caso de encontrar algo interesante, imprimíamos la oferta y contactábamos con el cliente por fax o lo llamábamos, aunque aún no se disponía de la llamada automática. Es decir, casi todo era manual.
Por cierto, el TIMOCOM ID entonces no era nada.
Si nos ponemos a comparar, ¿en qué se consumía más tiempo hace 25 años? ¿Qué cosa se consideraba antes normal que ahora se ve complicada?
Mirando atrás, los procesos manuales consumían mucho tiempo. Antes había que contar con 30 minutos como mínimo, por ejemplo, para conseguir todos los documentos necesarios de una orden de carga. Al trabajar con empresas en el extranjero, se tardaban horas en transmitir mensajes, a menudo, por télex, y las comunicaciones se solían interrumpir. Pero era lo normal, y no había otra cosa. Hoy, acostumbrados a la alta velocidad para subir documentos y generar órdenes con un click, cuesta imaginar los obstáculos de entonces. Para finalizar una orden de carga, se tardan tres minutos como máximo.
Por un lado, estaba la forma de trabajar de antes y, por otra, los propios retos. ¿Qué desafíos afrontaba Dallmaco cuando en 1997 se convirtió en cliente de TIMOCOM? ¿Qué le llevó entonces a confiar en este nuevo formato para ser uno de los primeros clientes?
El problema eran los viajes en vacío: nuestros vehículos recorrían, en caso de duda, 1.000 kilómetros sin carga. TIMOCOM ofrecía así una solución sencilla.
Con TIMOCOM, aparte de las ventajas técnicas, también tuvimos que considerar el pago de una cuota mensual por tener acceso. La liquidación del servicio en sí, tal como hasta hoy, se da entre los socios contractuales por el servicio prestado realmente.
Más allá de esto, reina un ambiente de confianza en la bolsa de cargas. Los clientes de TIMOCOM entregan algo de forma voluntaria. Este posicionamiento en favor de la transparencia era algo nuevo. Entonces se fueron apuntando más conocidos, lo que consolidó más la seriedad y, hoy día, se puede considerar ya un criterio de calidad.
En 25 años, han pasado muchas cosas. ¿Mirando hacia atrás, en qué le ha ayudado TIMOCOM sobre todo? ¿Lo puede cuantificar?
Gracias a las aplicaciones de TIMOCOM, nuestros procesos se benefician de un 80 % de ahorro de tiempo, puesto que podemos digitalizar por completo el procesamiento de órdenes mediante el sistema y sus interfaces. Aparte, hemos minimizado el número de viajes en vacío. La búsqueda por zona en la bolsa de cargas nos ha ayudado mucho a encontrar cargas para regresos desde zonas periféricas.
Además, la internacionalidad del sistema nos ha permitido abrirnos a nuevos mercados. Por ejemplo, en 2015 inauguramos una sede en Bosnia. Sin TIMOCOM, probablemente nunca hubiéramos encontrado el contacto allí. Pero no solo nos hemos expandido a nuevos mercados, sino que también los entendemos mejor, así como a su gente y costumbres.
Comparar ofertas también era difícil antes de TIMOCOM. De esta manera, pudimos aprender como empresa joven: cómo justifican los demás sus precios, en qué se basan y cómo negocian.
O sea, el sistema ayuda en los más diversos aspectos.
¡Qué bien, muchas gracias! Ya hemos llegado a la última pregunta, y nos gustaría mirar ahora hacia el futuro. ¿Cómo ve los próximos 25 años de TIMOCOM?
El sistema de TIMOCOM fue sencillo desde el principio. A pesar de las novedades que incrementaban la complejidad del sistema, su manejo se mantuvo fácil. Cuando incorporamos nuevos empleados, ya sean de otra empresa o sin experiencia previa, que nunca han trabajado con el sistema, en un día están formados. Mantengan esta sencillez.
Por otro lado, TIMOCOM es sinónimo de innovación en el sector y espero que siga impulsando la digitalización de la logística de forma considerable.
Por cierto: Dallmaco Speditionsges. mbH celebra su 30º aniversario este año. ¡Aprovechamos la ocasión para felicitarlos cordialmente, y les deseamos mucho éxito en sus negocios y un buen viaje en todo momento!